jueves, 10 de abril de 2008

HATA SIEMPRE NINA

Creo que uno nunca esta preparado para la muerte de un ser querido. Menos aún cuando una enfermedad llega de manera fulminante y te lo arrebata.

El tema lo trato porque hace dos días se me fue mi madrina. Mi tía. La Nany, ni Nina. Tenía apenas 50 años, los cuales dedico a su familia, amigos y clientas.

Fue peluquera desde los 17 años, la segunda de 5 hermanos, de los cuales una murió cuando tenia apenas 6 meses.

Dedico su vida a lo que hacía, porque le gustaba mucho. Fue una buena hija, buena hermana, y excelente tía, y para que decirlo, una amiga incondicional.

Una mujer que jamás quiso preocuparnos. Nunca nos hablaba de sus problemas, sino que nos apoyó en los nuestros. Alegre como mi familia, siempre se reía y hacía de las suyas.

Se entrego por entero a esta vida, y aunque fue corta, sus 50 años los disfrutó y aprovecho como quiso.

Muchos de los que lean esto no la conocieron, pero quiero que sepan que fue una buena persona, y que su partida nos dejo a todos perplejos. No lo esperábamos, no se lo merecía, no fue justo.

Hasta ultimo momento trato que no sufriéramos por ella, motivo por el cual vinimos a saber que estaba enferma sólo un mes y medio antes que se fuera.

Una enfermedad fulminante nos la arrebato de esta vida, pero ella no tenía miedo a ese minuto, nunca tuvo miedo, pues era una persona muy fuerte y lo dijo.

A la última persona que le hablo el domingo pasado fue a mí. Cuando entre a verla a su pieza y la abracé, no pude evitar ponerme a llorar. Me miro y con las pocas fuerzas que tenía y la poca lucidez que le quedaba me dijo:”Susanita, quédate tranquila, por que yo estoy tranquila”.

Estoy tratando de hacerlo, por que me lo pidió, y porque es lo único que puedo hacer por ella ahora, además se que así lo quiere, a pesar que aún no soy capaz de creer lo que sucedió y desearía que entraras por esa puerta y me preguntaras como me fue en la U.

Yo no creo que exista otra vida después de la muerte, ni creo en todo lo que ella creyó, pero si existiese algo, debe estar bien con su hermanita, su papa, sus tíos y primos que ya han partido antes que ella.

Me queda el consuelo (si es que llega), de que la amamos con todo el corazón y que no la vamos a olvidar, estará siempre con nosotros, en nuestro recuerdo. En el seno de su familia, en sus amigas, en las clientas, que la consideraban parte de su familia y a las que tanto ayudó, y en el de los que la vieron pasar.

Nina, no te voy a olvidar, y si bien ayer no fui capaz de pronunciar palabras para despedirte, hoy te hago este humilde homenaje, en la pequeña tribuna que tengo, para que el que pase y lea sepa que fuiste una linda persona y que te amo mucho.

Y como bien te dijo tu herman ayer, FUISTE GENIO Y FIGURA HASTA TU SEPULTURA

Hasta siempre