jueves, 17 de julio de 2008

¡CONTIGO ACREDITAMOS!

Desde el lunes 14 de julio, hemos visto en los patios de la Universidad de Santiago, diversos lienzos y plotters, llamando a la comunidad Universitaria a participar del proceso de acreditación.

La re acreditación de la universidad se ha convertido en el principal desafío de nuestro “querido y mentiroso” rector Juan Manuel Zolezzi.

OTRA FARSA DE LA CONCERTACIÓN

¡Financiamiento, acreditación, otra farsa de la Concertación! Esta consigan fue una de las principales que se cantaban y pintaban durante las movilizaciones del año 2005, en contra del paquete de leyes que el gobierno promovía para reformar la educación superior. Un nuevo sistema de financiamiento, que hoy se traduce en los créditos con aval del estado a los estudiantes que deben pagar altos intereses a instituciones financieras, privatizando totalmente el sistema de créditos. Esta ley fue promulgada por Ricardo Lagos en junio del 2005, entre las protestas estudiantiles de universitarios de todo Chile

La ley de endeudamiento, y la ley de estatuto orgánico, aún duermen en las carpetas del Mineduc, ya que no se ha logrado un acuerdo para aprobarlas.

Pero quedaba otra ley en ese fatídico paquete, que si bien no fue aprobada el 2005, si se reformulo y fue promulgada el año 2006. La ley de acreditación.

Esta, define las pautas de evaluación que deberán tener todas las instituciones de educación superior, sin diferenciar entre privadas y tradicionales. Dicha normativa, forma la Comisión Nacional de Acreditación, CNA que acredita a las instituciones en su totalidad. Y por otro lado se define la acreditación por carreras, que están a cargo en un comienzo por la CNAP, Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado.

Estas comisiones, son en una primera etapa de la implementación del sistema de acreditación, ya que en el futuro se contempla la creación de instituciones privadas que se dediquen a acreditar carreras o instituciones, las que podrán ser contratadas por cualquier institución de educación sin restricciones.

La famosa acreditación, debe evaluar ciertas pautas que garanticen la calidad de la educación superior. Sin embargo, la principal crítica que se hace es que los parámetros de evaluación no son claros ya que apuntan a que las universidades tengan una administración y sistema de gobierno totalmente mercantil y privado. De este modo, no son considerados la participación estudiantil como un fundamental en la construcción de educación de calidad, tampoco lo es la real calidad de los docentes, ya que se enfrasca en cantidad y no calidad, o sea cuantos doctores hay y no cuantos profesores son realmente idóneos a entregar los conocimientos adecuados a los estudiantes.

Y así existen muchas otras aristas como la infraestructura, que es evaluadas según el aire acondicionado que tiene, o si les pusieron o no alfombra a las salas, y no por ejemplo, si se cuenta con los laboratorios suficientes para impartir ciertas carreras.

Esta Ley de acreditaciones tiene muchas deficiencias detectadas desde que se comenzó a tramitar, lo que no se detecto desde un comienzo es porque la necesidad desesperada del gobierno de echarla a andar.

EL FACTOR MUNDIAL

En marzo de 2005, el Banco Mundial comienza a implementar en Chile un sistema de financiamiento por resultados, Este proyecto, apunta a la restructuración de los curriculum de las carreras de pregrado, según definiciones de proyectos internacionales como el proyecto de Bolonia, y Tuning, que nacen al alero de la Unión Europea y el Banco Mundial, y que fomentan la formación por competencias y el acortamiento de carreras para que apunten a la funcionalidad que requiere el sistema mercantil, distorsionando el sentido de las carreras para privilegiar la mano de obra barata y rápida, sin capacidad critica y de análisis para que no estorben al enriquecimiento de los grandes poderes económicos de todo el mundo.

El proyecto de Evaluación por resultados del Banco Mundial, aporta US$ 25.13 millones, los que son entregados a las Universidades y carreras a través de proyectos Mecesup2, para las reformas curriculares y los convenios por desempeños. En el caso de la Usach, la Facultad de Humanidades se adjudicó un proyecto Mecesup por alrededor de 80 millones de pesos para restructuración curriculares. En este proyecto la carrera que obtendrá recursos para implementar su nueva malla por competencias es Periodismo, que tiene el proyecto listo para ser implementado.

Muy bien, los dineros provenientes del Banco Mundial, no se entregaron así como así a Chile, existían ciertas condiciones, de las cuales una de ellas es tener una Ley de Financiamiento con garantía estatal y una LEY DE ACREDITACION, que evaluara según una serie de normas que entregan los proyectos internacionales.

Curioso por decirlo menos, una nueva mentira del gobierno, una nueva jugada del Banco Mundial, y un país con el sistema económico perfecto para que se experimente y juegue con la educación que las personas estamos dispuestas a defender.

Mientras por la USACH

Hoy por hoy, la Usach esta a una semana de ser visitada por los pares evaluadores y comenzar su re-acreditación. La primera vez que fue acreditada el año 2006, sólo consiguió acreditarse por 3 años. La principal deficiencia presentada por los evaluadores de esa oportunidad, fue la pésima gestión del entonces rector Ubaldo Zúñiga, la cual no ha mejorado con el nuevo gobierno universitario.

El rector Zolezzi, no ha dado explicaciones suficientes por irregularidades de diversos ámbitos como el económico. En este punto, la contraloría de la república entrego hace pocas semanas un informe que muestra los enormes desfalcos de dinero de la universidad desde 1982 hasta 1997. Si bien Zolezzi señaló que efectivamente existe una mala administración, no hablo de soluciones concretas para la recuperación de esos dineros, que serían muy útiles para cubrir tanto las deudas de la Universidad, como para mejorar el sistema de financiamiento que cada día se carga más a los estudiantes que sufren las alzas indiscriminadas de aranceles y matricula.

Por otro lado, se acreditará la nueva sede de Carabineros de Chile, ya que para quienes no lo sabían, la USACH ya parece la segunda casa de carabineros luego de que el rector autorice constantemente la entrada de estos al plantel universitario permitiendo que tomen detenidos a los estudiantes que se les de la gana, detener por sospecha, grabar y sacar fotografías a los estudiantes, aplicando detenciones selectiva, ingreso a centros de estudiantes, métodos de tortura, como tener a estudiantes tirados en el piso pisándolos a vista de transeúntes, académicos, autoridades y estudiantes que no pueden hacer mucho, además de dejarlos entrar durante horas de la noche para que conozcan a diestra y siniestra los pasillos de la universidad.

Como vemos, la acreditación no es un juego. Es una exigencia extranjera para seguir sometiéndonos a lo que a ellos les conviene. Altera el bienestar de los estudiantes, afecta directamente el desarrollo académico ya que apunta a la mercantilización de las carreras, y por sobre todo, continua la senda dela destrucción de la Universidad Pública.

jueves, 10 de abril de 2008

HATA SIEMPRE NINA

Creo que uno nunca esta preparado para la muerte de un ser querido. Menos aún cuando una enfermedad llega de manera fulminante y te lo arrebata.

El tema lo trato porque hace dos días se me fue mi madrina. Mi tía. La Nany, ni Nina. Tenía apenas 50 años, los cuales dedico a su familia, amigos y clientas.

Fue peluquera desde los 17 años, la segunda de 5 hermanos, de los cuales una murió cuando tenia apenas 6 meses.

Dedico su vida a lo que hacía, porque le gustaba mucho. Fue una buena hija, buena hermana, y excelente tía, y para que decirlo, una amiga incondicional.

Una mujer que jamás quiso preocuparnos. Nunca nos hablaba de sus problemas, sino que nos apoyó en los nuestros. Alegre como mi familia, siempre se reía y hacía de las suyas.

Se entrego por entero a esta vida, y aunque fue corta, sus 50 años los disfrutó y aprovecho como quiso.

Muchos de los que lean esto no la conocieron, pero quiero que sepan que fue una buena persona, y que su partida nos dejo a todos perplejos. No lo esperábamos, no se lo merecía, no fue justo.

Hasta ultimo momento trato que no sufriéramos por ella, motivo por el cual vinimos a saber que estaba enferma sólo un mes y medio antes que se fuera.

Una enfermedad fulminante nos la arrebato de esta vida, pero ella no tenía miedo a ese minuto, nunca tuvo miedo, pues era una persona muy fuerte y lo dijo.

A la última persona que le hablo el domingo pasado fue a mí. Cuando entre a verla a su pieza y la abracé, no pude evitar ponerme a llorar. Me miro y con las pocas fuerzas que tenía y la poca lucidez que le quedaba me dijo:”Susanita, quédate tranquila, por que yo estoy tranquila”.

Estoy tratando de hacerlo, por que me lo pidió, y porque es lo único que puedo hacer por ella ahora, además se que así lo quiere, a pesar que aún no soy capaz de creer lo que sucedió y desearía que entraras por esa puerta y me preguntaras como me fue en la U.

Yo no creo que exista otra vida después de la muerte, ni creo en todo lo que ella creyó, pero si existiese algo, debe estar bien con su hermanita, su papa, sus tíos y primos que ya han partido antes que ella.

Me queda el consuelo (si es que llega), de que la amamos con todo el corazón y que no la vamos a olvidar, estará siempre con nosotros, en nuestro recuerdo. En el seno de su familia, en sus amigas, en las clientas, que la consideraban parte de su familia y a las que tanto ayudó, y en el de los que la vieron pasar.

Nina, no te voy a olvidar, y si bien ayer no fui capaz de pronunciar palabras para despedirte, hoy te hago este humilde homenaje, en la pequeña tribuna que tengo, para que el que pase y lea sepa que fuiste una linda persona y que te amo mucho.

Y como bien te dijo tu herman ayer, FUISTE GENIO Y FIGURA HASTA TU SEPULTURA

Hasta siempre

viernes, 7 de marzo de 2008

Lluvia maestra

Además de mis síntomas de la gripe que se vislumbraba, el día no se veía muy bueno. Muchas nubes y unas leves gotas anunciaban una jornada extraña, así que tuve que devolverme y tomar una chaqueta además de ponerme zapatillas y no chalas antes de irme a trabajar.

El día transcurrió como todos, muy normal, con bastante trabajo, pero termino muy diferente a lo que imagine.

Y no es que me haya pasado algo sobrenatural ni mucho menos, fue sólo la lluvia que hizo que mi tarde me entregara algo que había pedido hace un tiempo, no se por qué ni hace cuanto pero que había perdido.

No es primera vez que camino bajo la lluvia, pero el agua que hoy caía la sentí diferente, la olí diferente, la disfrute diferente, la viví, como hace mucho no me daba el tiempo para vivirla.

Debo haber sido la única persona que por esa hora caminaba con una sonrisa por las calles del centro de la ciudad, y es que disfrutar de caminar sola bajo la lluvia fue maravilloso. No es nada nuevo, nada original, pero creo que no había descubierto el placer de estar sola y encontrarme a mi misma… lo necesitaba y sin darme cuenta y sin quererlo lo conseguí.

No me importaban las miradas de la gente que por la hora del fin del trabajo caminaba apurada y con rostro de cansancio y rabia. Escuchaba reclamos por la lluvia, por el Transantiago, y otras, pero a mi nada me molestaba, yo caminaba más de lo habitual, disfrutando la lluvia que a esas alturas mojaba no sólo mi rostro sino toda mi ropa.

El olor de la lluvia, el ruido, el sabor, su textura, su color, todo, fue un contexto increíble. Me sentía como si fuera primera vez que caminaba bajo la lluvia, disfrutando cada paso que daba, cada gota que caía, cada charco que esquivaba.

Caminar, disfrutar y re descubrirme, creo que fue bueno. Lo necesitaba. Hace mucho.

Y pensaba en mí, en mis triunfos y mis fracasos, en mis penas y mis alegrías, en los planes, en las posibilidades, en mis ideales, en la gente que amo, y después dejaba de pensar y seguía disfrutando.

La simpleza de la lluvia, las nubes negras que se movían a una velocidad que jamás había visto, miraba el cielo asombrada como un niño que por primera vez prueba un chocolate, o como cuando una persona que no conoce el mar lo ve por primera vez y descubre su inmensidad.

La gente me miraba, era la única que caminaba lento disfrutando de la lluvia mientras todos corrían para no mojarse tanto, yo me deleitaba con las gotas de agua cayendo por mi chaqueta, y las que chocaban con mi cara, mi boca, mi nariz, los ojos, toda, entera, la lluvia y yo nos fundíamos, y en un minuto era la única transeúnte en un par de cuadras, mientras el ruido de la ciudad era aminorado por el ruido del agua caer en el asfalto.

Y así paso mucho rato, y cada vez me sentía mejor, más sensaciones, más emociones, más seguridad, más alegría, sentía como si con la lluvia se fuera lo que me atormentaba, tomaba decisiones, me convencía de las decisiones que he tomado, y por sobre todo me renovaba, sentía que cada gota de agua traía a mi más fuerzas para seguir adelante, con mis luchas, con mis proyectos, con mis seres amados, con mi vida…

Quizás la lluvia fue sólo la excusa perfecta para darme la fuerza de decir basta a lo que me esta dañando, y aunque he dicho basta muchas veces, esta vez me siento convencida de verdad, desde dentro de mi, y sobre de lo que necesito para estar bien y entregar lo que puedo para decir adelante. Quizás, pudo ser un día soleado, o una caminata por la playa, tal vez sólo estar tirada en mi cama escuchando buena música, no lo se.

Sólo tengo claro que me sentí más viva que nunca, disfrutando de lo simple, y adquiriendo más fuerza para continuar.

No necesite un retiro espiritual, no fui lejos a un lugar vacio para pensar, simplemente camine por las ajetreadas calles de Santiago, entre la gente estresada y cansada, entre los ruidos y contaminación, pero con la lluvia que me invitó a dar un paseo y a darme cuenta que sólo de mi depende.

martes, 26 de febrero de 2008

Fiesta de la Challa

Durante mi vida he visto cosas FREAK, muy freak, pero la semana pasada durante mis vacaciones vi la mas freak de todas.

Resulta que me fui a Valdivia, y el primer día en la noche parti a la plaza a dar una vuelta. Ibamos caminando con la Pekas (mi amiga cn la que viaje), y de pronto somos atacadas. Si asi es en la plaza todo el mundo te atacaba..... con challas.

Al principio no entediamos mucho, además las challas eran lanzadas solo por niños, pero pasado un rato ya no solo los niños tiraban challas, sino todas las personas sin distincion de rango etario.

Ni hablar de los vendedores, ya que cada dos metros te ofrecian la bolsita de challas a 100 pesos y hasta lentes para protegerse de las challas vendían.

Mientras caminabamos por la plaza nos encontramos a un compañero cn su polola y nos comentan que están iuhgal de intrigados por el tema de la challa, y nos cuentan que la señora del lugar donde alojaban les dijo que fueran a la plaza "POR QUE HABIA CHALLAS".

La cosa es que cada vez nos tiraban mas challas, asi que nos acercamos a un vendedor de challas y le preguntamos por que xuxa todo el munod se tira challas, y nos dijo: "Lo que pasa es que la ciudad esta de aniversario entonces todos los dias se tiran challas" y una niña que en ese minuto compraba challas nos dice " Es todos los dias desde las 9 hasta las 3 de la mañana" CUAK.

Nos desconcerto más esta explicación, sobre todo cuando nos sentamos a observar a la gente que se daba vueltas en circulo por la plaza para que le tiraran challas.

Cada noche fue igual y eso de que entrada la hora se ponia "Más Brigido" era verdad. Ya no eran solo niños, sino familias enteras que casi se caen, mas tarde los niños y no tan niños recogian las challas que quedaban en el suelo y llenaban incluso bolsas de supermercado para tener "Mayor Arsenal".

Y asi cada día tratatabamos de entender el asunto y no lo conseguimos jaja.

Sólo me resta advertir a quienes vayan de vacaciones a valdivia, cuidado con las challas, que pueden ser más peligrosas de lo que piensan jaja.

saludos y feliz fiesta de la challa

lunes, 21 de enero de 2008

LAS AGENDAS

Tengo un problema. Aparte del tema de los títulos, bueno tengo varios jajás, pero hablare de uno que me ha rondado el último tiempo. NO SE USAR AGENDAS.

Hoy día lo comente en el trabajo y un compañero me dijo, que raro una mujer que no sepa ocupar agendas jajá, supiera la cantidad de cosas que suelen hacer las mujeres y que yo no acostumbro o cosas que no acostumbran a hacer las mujeres y yo si hago jajá shuu pobre de sus oídos lo que escucharían jajá.

Bueno, sobre mi problema, les cuento que se remonta a la época escolar básica. Iba como en 7vo básico y todas mis compañeras tenían agendas, y yo no, así que cuando me dijeron que quería de navidad aquel año, no dude y dije una agenda, tuve la clic, era como top en esa época, como juvenil jajá.

Y así empecé el año con mi nueva agenda, yo toda bacán con mi agenda y la primera semana anotaba todo cuanto se me pasaba por la cabeza y todos los teléfonos que me daban jajá. Bueno me duro sólo una semana, quizás un mes, pero más que eso no.

No puedo, nunca pude, y estoy en la lucha para poder.

Luego vinieron como 3 agendas más hasta que mis padres se rindieron jajá comprendieron que era imposible. A todo esto, mis tías también me regalaban agendas, a mitad de año inclusive, toda una cruzada para que la niña aprendiera organizarse aja.

Debo tener alrededor de 10 agendas viejas guardadas en mi escritorio, y no exagero. Desde el 1999 hasta el 2008 mas de 10 agendas, y lo peor, todas en blando, a lo mas, deben tener un par de números de teléfono anotados, números de gente que nunca volví a ver o números que me se de memoria y que están grabados en mi celular y no necesito revisar entre tanto jaleo de agendas.

En fin. A fines del semestre pasado, tuve un pequeño problema de memoria, y era común ver por las mañanas mi computador lleno de papeles recordando lo que debía hacer el otro día. Cuando le comentaba a la Peka, siempre me decía, Susana, para eso son las agendas, más aún cuando llegaba a clases de ingles (cuando llegaba), y sacaba un papel todo indigno arrancado d algún cuaderno viejo o del taco del teléfono de mi casa la Peka insistía, Susanaaaaaa, las agendas son para anotar lo que uno tiene que hacer, y yo ahí Peka, si no se usarlas jajá, NO SE USAR UNA AGENDA jajá, que ciencia puede tener, pues mucha.

No es cosa de llegar y anotar, no es falta de organización, es que eso de atarse a un cuaderno, a un cúmulo de hojas, creo que mi memoria debe bastar para recordar que hacer, es que no podemos depender de un papel, no no y no, me rehúso. O no????

Bueno, llego la navidad del 2007, y pensé un regalo para mi amiga Peka. Que regalarle, bingo una agenda o algo así, en realidad no le regale una agenda así propiamente tal, no tiene los días ni nada pero cm ella si sabe ocupar esas cosas, y anota todo, decidí que seria un buen regalo, así que lo compre.

Y el 25 de diciembre la espere en mi casa, llego como las 5 de la tarde, y llego el momento, nos intercambiamos los regalos, abro el mío y no pude contener el ataque de risa que me dio, adivinen que me regalo jajá. SIII UNA AGENDAAAAAAAAAAA. Cuando me preguntaban por que me reía tanto le dije, abre tu regalo weona jajá ahí nos reímos las dos.

Cuando paso la risa, me dijo, bueno Su, la idea es que ya no andes con papelitos roñosos con lo que debes hacer, así que aprende a ocupar la agenda. Y me hizo revisarla ya que ella la confecciono y puso unos detalles muy bonitos en ella en fechas especiales.

La agenda que me regalo la Peka es precisa. Pequeña, roja, liviana, con las hojas justas jajá sin nada de anexos inservibles, que las dieras, que los stikers, que la bolsita para guardar no se que xuxa porque nunca cabe nada, ni la tabla calórica, ni los horóscopos, ni nada, solos días, control de gastos, agenda telefónica y un par de hojas para anotar cualquier cosa.

Y ahí me encuentro, en una travesía algo compleja para mi personalidad, parece algo superficial pero en verdad no lo es para mí. Trato de ocuparla pero no puedo. Pero creo que voy progresando, al menso anoto lo que debo hacer, el problema es que aún no aprendo a revisarla por las mañanas para saber que xuxa debo hacer jajá, por ahora aun mi memoria sigue siendo mi agenda, quizás el stress universitario a final de semestre o de año me hagan usarla ahaja espero aprender algo y sentirme una “mujer normal” al menso en el uso de la agenda jajá.

Bueno, lo dejo hasta acá y espero impaciente el día que voy de vacaciones, shuuu no me acuerdo cuando es y no lo anote en la agenda aj jajá, lo bueno es que me voy con la Peka jajá y ella si que lo anota todo.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

La primera navidad de Daniel

Creo que la más entusiasmada era yo, obvio si Daniel aún no entiende lo que es la navidad ni porque le dábamos regalos, ni mucho sabe quien ese el viejo de rojo que aparece en los papeles de regalo o que decoran el árbol de pascua.

Lo cierto es que la navidad es una fecha para compartir con la familia, más allá del sentido espiritual que le pueden dar las personas que creen, es un día en que la casa esta más bonita, y la cena se prepara con especial entusiasmo, y hasta más ganas de reír parecen tener todos, a pesar de estrés del que el consumismo nos hace víctimas. En mi casa la navidad es todo un rito, sobre todo este año, en que Daniel estaba por primera vez compartiendo con nosotros.


Y llegó el día. Me toco trabajar hasta las 2 de la tarde, primera navidad que trabajo. Luego fui a comprar un regalo que me faltaba al centro, cosa que trataré de no volver a hacer, ya que sin lugar a dudas, el 24 de diciembre el centro es un mar de gente estresada y apurada, comprando como buen chileno a ultima hora.

Bueno después de comprar el regalo, me fui a la casa de Piera, a dejarle su regalo y el de Felipe, y a buscar el mío y el de Danielito. Ahí me quede un rato conversando de nuestras vivencias de las ultimas semanas en las que no nos habíamos visto.

Como a las 19:00 hrs. llegué a mi casa, faltaba envolver un montón de regalos, así que me puse manos a la obra. Mientras tanto, empezaba a salir el olor a pavo del horno, el que mi abuela estaba cocinando hace ya bastante rato. Durante todo el día, mi abuela estuvo en la cocina, entre el cola de mono, que le queda muy rico, y la cena, estuvo esmerada preparando todo, como cada año, y es que en mi casa sin un enorme y dorado pavo no hay navidad.

A las 21:00 hrs. Me contacte con mi tío que vive en Suecia, así que estuvimos saludándolo, y viéndolo a él y a uno de mis primos que se puso a la cámara para que lo viéramos. Hasta Daniel hablo con ellos, y mi mamá le mostró el pavo que llevaba para la mesa.

Todavía nadie se bañaba en mi casa y ya eran casi las 10, así que nos comenzamos a apurar. Luego cenamos, cm las 22:30, y pasadas las 23 horas, a Daniel le empezó a dar mucho sueño, así es que decidimos adelantarle la Navidad, a las 23:30 comenzaron a aparecer los regalos de Danielito, el Triciclo que le trajo el viejo pascuero, los juegos didáctico que le regalé yo, el pijama, los calcetines, los peluches, el auto, el autotuga, etc, y el abría sus regalos, rompiendo los papeles, como si fuera un niño grande que sabe lo que es un regalo, que debe abrirse y después verlo para empezar a jugar.

5 minutos para las 12, Danielito ya había abierto sus regalos, y se fue a acostar. Mi mamá nos dijo que la esperáramos para entregarnos nuestros regalos, estábamos esperándola, cuando aparece con Danielito, no podía dormir, y quería estar con nosotros jaja, así que él también entrego regalos a todos.

Al final, hasta la 1 de la mañana estuvimos con Daniel, el que jugó y se rió con todos. Yo, sentada en el suelo con el jugando con él, y sacándole muchas fotos.

Estuvo muy entretenido, yo pensé que Daniel se dormiría antes, pero aguanto hasta tarde jugando, y el 25, durante todo le día estuvo muy risueño, y nos tenía a todos alegres, y es que Daniel hace eso, alegrar la vida de todos.

Y así fue su primera navidad, entre muchos regalos, colores, risas y sobre todo, mucho amor.


Feliz Navidad

viernes, 17 de agosto de 2007

El golpe bajo llave

Entrevistar a alguien nunca es fácil. Más aún sobre un tema tan delicado, como lo es, la vivencia del 11 de septiembre de 1973. Pero entrevistar a un familiar, un ser tan cercano y querido, es más difícil aún.
Al conocer de qué se trataba este trabajo, supe que mis padres quedaban descartados, por que no superaban los 9 años de edad ese día. Por esto, pensé en algún familiar con el que tuviera la confianza suficiente, como para preguntar sobre cómo vivió ese trágico día. Por fortuna, Olivia Susana Aguilera Celis, accedió a contarme cómo vivió aquel día.
Comenzar el relato no fue fácil, y sé que para Olivia tampoco lo fue ahondar en esos dolorosos recuerdos. Noté cierto nerviosismo mientras comenzaban a salir las palabras, más que de su boca, de su corazón, lleno de recuerdos que esa tarde, estuvo dispuesta a compartir conmigo.
Me dijo que en ese entonces trabajaba en el Hospital Psiquiátrico de Santiago y que entraba a las 8 de la mañana. Alrededor de las 7 horas, miraba la ciudad por la ventana del micro. El panorama no era alentador, se olía algo extraño. Se escuchaba el ruido de tanques desplazándose por los alrededores de la Alameda, de bocinazos y helicópteros.
Los rumores de un eventual Golpe de Estado, acrecentados con lo ocurrido en junio de ese mismo año en el llamado tanquezazo, hacían presagiar que nada bueno sucedería. “Me dieron ganas de devolverme… pero no me devolví….” me dijo.
Siguiendo con los recuerdos, Olivia me cuenta que al llegar al hospital les entregaron los turnos, todo muy “normal” hasta más o menos las 10 de la mañana, hora en la que por la radio, comenzaron a escuchar la información del avance de las Fuerzas Armadas, para tomarse por la fuerza el poder del país. Sin embargo, junto con algunas compañeras pensaron – y tenían la esperanza- que fuera un nuevo intento fallido como el tanquetazo del 29 de junio. Pero no fue así…
“Nadie puede salir ni entrar del Hospital” Esa fue la orden que les dieron. La desesperación de querer salir aumentaba con la prohibición de hacerlo. La incertidumbre de qué pasaría con cada una de las personas que se encontraban al interior del recinto hospitalario, se volvía insoportable mientras avanzaban los minutos. La explicación para no poder salir del hospital, era que se había decretado toque de queda, “si salen, les disparan, están matando gente en Mapocho”.
Le pregunte a Olivia que sintió y pensó en ese minuto, me dijo que “…la angustia que sentí era muy fuerte, lo primero que pensé en ese minuto fue en el Lucho (uno de sus hermanos), ¿donde estaría?, ¿como estaría?, ¿estaría vivo?, ¿y el resto de la familia?, la Jessica (su hija)…”
Esa noche no les permitieron salir del Hospital, tampoco la siguiente. En total, tres días encerrada en el hospital, sin saber nada de sus familiares y amigos, ni siquiera tenía un teléfono para comunicarse y decir que estaba viva.
El 11 de septiembre, es el día más doloroso de la historia reciente de nuestro país. También lo fue para Olivia y su familia, mi familia que evita hablar del tema, pero que mi tía, acepto hablar conmigo, contándome lo angustioso y dramático que significo para ella, escuchar por la radio, lo que sucedía, aumentado por el encierro del que era víctima.
Las primeras horas hubo cortes de luz. Olivia describe la situación como caótica y traumática. Los enfermos mentales crónicos, del sector donde ella trabajaba, no se daban cuenta de lo que ocurría, sin embargo, percibían que algo extraño sucedía.
La pregunta constante que rondaba la mente de las personas encerradas en el hospital, era ¿qué sería del país?, ¿qué sería de ellos, de su propia vida?, “¿Qué habrá pasado con el compañero Allende?”.
Y precisamente por Allende, es por quien continué preguntándole a Olivia. ¿Escucho ese día el discurso de despedida del presidente? “Sí, en la radio de una compañera, estábamos en una sala donde descansábamos. Nos estábamos tomando un café, cuando escuchamos sus palabras. Nos abrazamos, y lloramos por el…”.
El dolor y la angustia eran enormes, se repetían constantemente las preguntas sobre su futuro, la incertidumbre de no saber si saldrían vivas de ese hospital, si volverían a sus casas, si volverían a ver a su familia, si la familia estaba bien, si el país se recuperaría de un golpe tan grande, y la desesperación también aumentaba al igual que el llanto de pena, rabia e impotencia.
Durante el encierro, Olivia tuvo que compartir con personas que alababan el golpe militar, y que se sentían felices de que las Fuerzas Armadas se hubieran tomado el poder. “había un par de momias, que estaban contentas, mientras nosotras llorábamos”.
Luego del Golpe, el día 12 de septiembre, llegaron los militares a registrar el hospital. “Al otro día llegaron los milicos, y tuvimos que salir todos al patio, rapidito, al suelo boca abajo. Algunos compañeros, pudieron arrancar el mismo día once, a otros los hicimos pasar por pacientes psiquiátricos. Los milicos preguntaban por armas y algunos compañeros. Nos dio mucho miedo y angustia. Por suerte no se llevaron a nadie ese día”
Estar encerrado tres días con pacientes psiquiátricos, más la angustia por la situación, fue agotador para Olivia y las demás personas que se encontraban en el Hospital. Sin embargo, Olivia hace la salvedad que si le hubiera tocado estar con los enfermos psiquiátricos no crónicos, como los depresivos, hubiera sido mucho peor, ya que ellos sí captaban todo lo que pasaba, a diferencia de los otros pacientes, que si bien intuían algo por el ambiente tenso no sabían de qué se trataba.
El 14 de septiembre, pudieron salir del hospital. Olivia quiso corroborar con sus propios ojos lo que había ocurrido. Caminó por calle Olivos hasta Av. La paz, luego llego hasta la estación Mapocho, el rostro de Olivia denota mucha angustia y dolor cuando me dice lo que ahí vio. “Pasé por el río Mapocho, y se venían los cuerpos flotando en el agua”.
Siguió caminando hasta llegar a La Moneda. Dice que se le doblaron las piernas cuando la vio, sitió que se caía y miraba sin poder asimilar lo que pasaba. “cuando llegue a La Moneda, era impresionante lo que se veía. Se olían aún el fuego y la pólvora. Se veían manchas de sangre por las calles a pesar de la limpieza que habían tratado de hacer. La Moneda estaba custodiada por milicos, en realidad había más milicos que pacos. No había gente en las calles, y de pronto un milico se acerco hacia donde yo estaba parada mirando lo horrible del panorama. Sentí que me desmayaba, era como si me hubieran sacado algo. No se donde saque fuerzas, me di media vuelta, escupí y camine para salir de ahí.”
La ciudad estaba gris y oscura, había perdido la vida, y muchos conocidos también. Las cosas, frente a ese panorama van perdiendo el sentido. Olivia rezó mucho ese día y los que vinieron. Por mi tío, por sus otros hermanos detenidos, por su hija, sus sobrinos y toda la familia, por Allende y la gente del gobierno, y por tantos otros de los que nunca más supo. Afortunadamente – gracias a Dios como ella dice- en mi familia no lamentamos muertes.
Al ir terminando su relato, Olivia me dice que cuando murió “Perrochet”, sintió rabia, impotencia, angustia. “No era posible que él tuviera una muerte tan dulce, un hombre que hizo tanto daño y a tanta gente, no puede ser. Yo digo que si no pagó acá su castigo es que no descanse nunca, al menos hasta que se encuentre al último detenido desaparecido. Si los tiraron al mar, que por lo menos digan donde, para saber, aunque sea en que playa ir a tirar una flor y decir, acá esta mi familiar o amigo”
Actualmente, Olivia tiene dos hijas, y 5 nietos. Trabaja en el Hospital San José, donde jubilará en los próximos meses. No acostumbra hablar de lo que vivió en la dictadura, aunque por su puesto, los recuerdos vienen a veces sin que los llame. Agradezco su tiempo, y el que haya escarbado en sus recuerdos para contarme lo que vivió, para poder plasmarlo, o al menos intentarlo, en este papel, juntando estas letras, que aunque tratan de expresar lo que sintió ella cuando pasó todo lo relatado, o lo que percibí mientras me hablaba, no lograrán decirlo todo.
Lo cierto es que el 11 de septiembre de 1973, es difícil de olvidar por quienes lo vivieron. Olivia se pone nerviosa y se ve el dolor en su rostro al hablar del tema. Sin embargo, el olvido sería un triunfo para quienes realizaron toda clase de crímenes y abusos en esa época.